J. Laurent y su empleo de la electricidad
En 1.868 Laurent que siempre estuvo al tanto de los adelantos técnicos comenzó a emplear la luz eléctrica de una forma similar a como se emplea actualmente, El 25 de julio de 1.868 El Imparcial aparece la noticia de “[…] las pruebas de luz eléctrica que se hicieron en la fotografía del Sr. Laurent” [1]. También de un espectáculo luminoso que realizo el año 1.869 en el parque del retiro Madrid.
Así en 1.869 Laurent empleaba la luz eléctrica en otros lugares apartados de su laboratorio podemos ver esto las noticias aparecidas en diversos periódicos.
En La Iberia (Madrid. 1868). 12/6/1869, página 2 se mostraba esta noticia
"La magnífica iluminación por medio de la luz eléctrica que el público de Madrid tuvo ocasión de admirar el pasado domingo en el retiro,
Fue encargada al conocido fotógrafo señor Laurent por él comisario señor Albareda.
Las cuatro grandes luces que tanto llamaron la atención durante la noche citada, estaban alimentadas por más de 200 elementos Bunsen,
Comprenderse solo así la gran intensidad de aquellos focos, que permitieron leer un periódico á dos kilómetros dé distancia.
Tal intensidad dé los focos luminosos, y también la producción constante de fluido eléctrico, son debidas á los aparatos qué el señor Laurent emplea, que son de regulador automático;
esto es, la misma corriente eléctrica se encarga de normalizar la acción de ambos fluidos productores de la luz ,La intensidad de la luz puede moderarse de tal modo que con solo adaptar á los aparatos unos globos ó bombas de cristal deslustrado, aquella luz,. Antes insoportable, puede servir para la iluminación de los salones, causando entonces un efecto sorprendente. Hemos tenido ocasión de ver una iluminación de este género en una fiesta que se dio hace un mes en el centro dé Inválidos de Atocha, y podemos asegurar que jamás las habíamos imaginado una cosa más sorprendente."
Usando la electricidad en la FOTOGRAFÍA
Existen pruebas pruebas documentales de que Jean Laurent utilizo estas luces para la realización de fotografías en interiores como se desprende de las investigaciones de la revista Archivo Secreto [2] del ayuntamiento de Toledo,
En las sesiones capitulares de la catedral de Toledo se ve como se solicita permiso para realizar las fotografías de varios objetos sin necesitarse sacarlos al sol y como se conceden esos permisos. Esto indica que Laurent pudo realizar varias de sus fotografías de la catedral de Toledo a finales de 1.869, empleando para algunas de ellas la luz eléctrica. De seguro que empleo esta luz para las obras artísticas, como la escultura citada de San Francisco de Asís, la bandeja de plata de Cellini y la Cruz del Renacimiento” que se encontraban en el cuarto de la custodia [3].
Estos documentos también ayudan a entender como J. Laurent adelantándose una vez mas a su tiempo pudo realizar ciertas fotografías sin emplear el procedimiento de sacar las obras de arte a la luz del sol empleado anterior por otros fotógrafos como Charles Clifford, pero que tras unos robos y la revolución ocurrida en 1868 ya no se permitía.
Es casi seguro que también empleo la luz eléctrica para fotografiar las pinturas murales de la Quinta del sordo, antes de que se quitasen de las paredes [4],
Notas:
[1] Aparecen otras noticias relacionadas con el uso de la luz eléctrica por Laurent, En varios medios de prensa que aportan datos sobre como empleaba la luz eléctrica en espectáculos y también para realizar fotografías en su laboratorio anunciando que podía realizar los retratos de forma independiente de si había sol o no.
[2] José Pedro Muñoz Herrera señala que en 1869 se le había concedido permiso a Laurent para reproducir la escultura de San Francisco de Asís de la Catedral de Toledo, a pesar de la “revolución y sucesivos robos acaecidos en ese año.
[3] En la sesión capitular de 15 de septiembre de 1869 se recoge lo siguiente: “También se dio cuenta de otra comunicación a S. Ema. [Su Eminencia] fecha del mismo día [11 de septiembre], remitiendo la súplica que ha dirigido á su Sagrada Persona el fotógrafo de Madrid D. Juan Laurent para que se le permita sacar varias vistas del interior y objeto[s] de arte de este Templo á fin de que con el informe de S. E. [Su Eminencia] y devolución misma, pueda resolver acerca de la gracia solicitada. El Cabildo acordó les conteste á S. Ema. en los mismos términos que lleva entendido el Sr. Doctoral.”
Días después, el 25 de septiembre, en una nueva sesión figura: “El Sr. Deán presentó y se dio lectura del oficio que de orden de S. Ema. Se ha pasado por la Secretaria de Cámara al fotógrafo D. Juan Laurent, autorizándole para sacar en horas convenientes y que señale el Cabildo fotografías del interior de este Templo Catedral y Claustro como también de la Imagen de San Francisco que se halla en el cuarto de la custodia, sin que salga de la Sacristía; todo con arreglo á lo informado por S. E. y el Cabildo quedó enterado.
Añadiendo dicho Sr. Deán q. el expresado fotógrafo dice tener que usar alguna vez la luz eléctrica para el objeto que se propone si se le permitía, y el Cabildo le concedió la correspondiente licencia, pero que sea en horas que no haiga concurrencia en la Iglesia.”
[4] El conjunto de catorce escenas al que pertenece esta obra se ha popularizado con el título de Pinturas Negras por el uso que en ellas se hizo de pigmentos oscuros y negros y, asimismo, por lo sombrío de los temas. Decoraron dos habitaciones, en las plantas baja y alta, de la conocida como Quinta del Sordo, casa de campo a las afueras de Madrid y a orillas del río Manzanares, conocida por ese nombre ya antes de su adquisición por Goya en 1819. Se conocen fotos del conjunto in situ, realizadas hacia 1873 por Laurent, y se incluyeron por primera vez en el catálogo del Museo del Prado de 1900. La casa fue derribada hacia 1909. Las Pinturas Negras se pintaron directamente sobre la pared seca, no al fresco, y en la mezcla de los pigmentos se utilizó el óleo, según indican los análisis químicos realizados en el Museo. Con anterioridad, en algunos de los paños de los muros y en ambos pisos, parece que hubo otras escenas, aunque de difícil interpretación, que pudieron ser paisajes con pequeñas figuras, puestos de manifiesto por las imágenes radiográficas tomadas en el Museo del Prado en 1983.